Cooperativas historia y beneficios
Las cooperativas son definidas por la Alianza Cooperativa Internacional como “Una asociación autónoma de personas que se han unido voluntariamente para hacer frente a sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturales comunes por medio de una empresa de propiedad conjunta y democráticamente controlada».
En definitiva, las cooperativas son asociaciones de personas independientes que se unen para mejorar sus condiciones económicas, sociales y culturales.
La idea y la práctica de la Cooperación aplicadas a la solución de problemas económicos aparecen en las primeras etapas de la civilización. Muy pronto los hombres se dan cuenta de la necesidad de unirse con el fin de obtener los bienes y servicios indispensables.
Como punto de partida de una visión histórica de la cooperación, es preciso reconocer a los siguientes precursores: Peter Cornelius Plockboy, John Bellers, y William King entre otros que desde los años 1600 mostraban ya en sus escritos un deseo por organizar la sociedad de una forma más justa y fraternal.
En la ciudad de Rochdale (Inglaterra), se presentaron algunos de los efectos de la revolución industrial, inconvenientes para los trabajadores, por lo cual algunos de ellos pensaron que debían agruparse y se constituyeron en una organización para el suministro de artículos de primera necesidad.
Desde luego, para llegar a ese objetivo debieron antes, con gran esfuerzo de su parte, ahorrar cada uno en la medida de sus capacidades, logrando así reunir un pequeño capital de 28 libras esterlinas, una por cada uno de los socios. Con ese exiguo patrimonio, fundaron una sociedad denominada «De los Justos Pioneros de Rochdale». La mayoría de estos hombres eran tejedores y en el grupo figuraban algunos más ilustrados que habían tenido participación en otras organizaciones de beneficio común.
Para el 21 de diciembre de 1844, en contra de las opiniones de los comerciantes establecidos y de otros ciudadanos, abrieron un pequeño almacén, en la llamada Callejuela del Sapo, pero, para sorpresa de los comerciantes que les auguraron un rotundo fracaso, la incipiente institución fue creciendo e incluyendo en su organización a muchas personas de localidades aledañas.
Fue así como se creó la primera cooperativa, que con el paso del tiempo dio pie a un desarrollo a nivel global de este tipo de organizaciones formando la base de la Economía Social que se define como el trabajo en equipo para poder lograr mejores resultados individuales.
En nuestros días este modelo de negocio sigue funcionando plenamente además de ser apoyado firmemente por parte del gobierno ya que refleja grandes beneficios no solo para los miembros de la cooperativa sino también para los consumidores finales de producto.
Las cooperativas a diferencia de las empresas privadas, tiene una distinción muy importante en cuanto a su organigrama, pues mientras en las privadas existe un orden jerárquico, en las cooperativas todos los socios son iguales en cuanto a su estatus dentro de la misma. Lo cual ayuda a generar un sentido de pertenencia importante para todos los miembros.
Además, al eficientar gastos y asegurar suministros para todos los miembros de la cooperativa se permite que el costo final de los productos sean mucho más bajo, haciéndolos más accesibles para el consumidor final.
Este modelo de negocio ha logrado desarrollar la Economía Social de México desde que se comenzó a implementar, pues permite ayudar a la gran mayoría de los habitantes de cada población donde se instituye generando empleos, cubriendo necesidades y desarrollando proyectos aprovechando los recursos disponibles de cada región.
Fuente: gob.mx
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